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viernes, 2 de julio de 2010

Suerte

-¿Has visto mi vestido azul? Quería ponérmelo esta tarde -dijo mientras abría el armario de la habitación ya por.. bueno, ya no se acuerda de cuantas veces han sido ya.
-No
-¡Últimamente pierdo todo! -dijo enfurruñándose- ¡O me desaparece!
-Y últimamente siempre lo encuentro yo todo -sonrió- ¿No habías perdido esta mañana tu anillo?

Saltó a sus brazos y lo abrazó con fuerza. Él le puso el anillo en el dedo y la beso cariñosamente en la mejilla mientras una gran sonrisa le aparecía en su rostro y las mejillas de ella se teñían de rubor.

-Para que veas que sin mi no tienes nada que hacer -dijo riendo- Y ahora es cuando tu tienes que decir "Gracias Jack, eres mi amuleto de la suerte".
-Gracias Jack, eres mi amuleto de la suerte.

Los dos rieron. La verdad es que no era su amuleto de la suerte. Él había estado escondiendo todas las cosas que para Neis tenían un valor. Su anillo, su vestido, su colonia, su libro, sus apuntes... y luego los encontraba "por casualidad". Era un juego divertido ver como ella se desesperaba y como él la daba lo que quería a cambio de un poco de amor. Ella sabía que Jack la quería desde hace mucho y, últimamente, todo apuntaba a que era el chico que necesitaba. Su amuleto para llegar a la felicidad. Era sorprendente.

-¿Has perdido algo más que tu chico de la suerte tenga que encontrar?
-Si -susurró mientras lo miraba con las manos en jarras.
-¿El qué?

Y no hizo falta una respuesta porque lo que había perdido, y le encantó encontrar, fueron los labios de él, y sus besos. Se miraron. Jack escondió sus manos en el cuerpo de Neis y ella encontró de nuevo su boca, fundiéndose en uno.

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