Recogió un mechón de Gin dejándoselo detrás de la oreja, la cogió de la cintura y pegó su cuerpo suyo con la intención de acercarla más y apretó sus labios con fuerza contra los de ella…
Abrió los ojos de golpe, tiro el reloj contra la pared y ahogó un grito. Pego su cara a la almohada, dejando que las lagrimas resbalaran por ella y sus manos se crisparon mientras recordaba lo poco que quedaba de su olor.
-Joder, Gin… ¡JODER!
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