Números.

¿Números? sí, los jodidos números. Los números están en nuestras vidas y controlan todo a nuestro alrededor. Hay números en cada puerta de una casa, en el dinero, en cada fecha de cumpleaños, en cada nota, en cada receta, en el tiempo, en las palabras...
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Me explico: Hoy he visto como chicos y chicas de mi clase lloraban por un número. Por un jodido número que significa para ellos un verano estudiando o no. He visto y veo a mi hermano agobiado por un número que dirigirá todo su futuro y su carrera. Día a día mis padres se preocupan por la cifra de dinero que tenemos. Mi abuela cada día hace más esfuerzo por acordarse de una receta llena de números, con dos litros de "tal", tres gramos de "cuál"... Y no solo eso, todos nos preocupamos por el tiempo que también son números: las "cuatro", las "veinte cero cero"... Todo se organiza con números, los capítulos, los apartados, las películas, los libros, las clases, las edades... Todo está metido en un número y ese número hace que todo lo demás también se meta en otro número. La religión en siete días de creación. La salud depende de los números: si tienes menos globulos rojos, si tienes un cierto número de colesterol, si tus constantes son "tantas"... ¡Hasta en el amor! El número del día del primer beso, número en el que empezasteis a salir, en el que os casasteis. ¡Fechas y fechas de historia llenas de números! Y así es normal que "tanto" número de personas elija un número de la suerte, juegue a la lotería con un número... Si es que incluso nuestro estado de ánimo también depende de un mísero número. Nuestra felicidad, tristeza, miedo, entusiasmo, nerviosismo, nuestra desilusión. Y en definitiva, toda nuestra vida.