“Si pudieras estar un día entero con
cualquier persona, en cualquier lugar y haciendo lo que quieras, ¿qué sería?” Y
cualquier persona normal, o no tanto, habría respondido alguna simpleza
imposible como pasar el día con un modelo impresionante, en algún lugar exótico
y follando como si no hubiese mañana. O quizá, algún imbécil, o no tanto, diese
una respuesta sensiblera como volver a ver a algún familiar que ha fallecido
del que no recuerda ni su color de ojos.
O conocer a un cantante famoso, un actor, un futbolista, la tía más buena de la
universidad o ese tipo al que llaman “musculitos”, e ir a Nueva York, al Polo
Norte, una playa desierta, un palacio, y escalar el Kilimanjaro, nadar con
delfines, ir en limusina o tirarse de un jodido paracaídas desde la
estratosfera. Yo al principio dudé, y luego haciéndome la normal, o no tanto, solté
el típico sueño imposible, ya que dar pena diciendo tonterías sentimentales
nunca fue lo mío. Creo que ha sido la segunda mentira más gorda que he dicho en
mi vida, ya que la primera ha sido decir que había dudado, no lo hice ni por
asomo. Ya que, mientras me hacían la pregunta, tú ya estabas bailoteando en mi
cabeza, donde vives, y susurrándome cosas al oído como un ángel o como un
demonio. Y desee estar contigo, y lo demás la verdad me importaba una mierda,
pero si tenía que ser exacta, prefería estar en Madrid centro, perdidos y
mirándonos. Solo eso. Ni siquiera pensé en tu cama y sus sábanas, ni en lo que
te haría entre ellas. No. Solo quería mirarte, a ti, en ese estúpido rincón
de la ciudad. Y pensé que mis pensamientos eran ridículos, o quizá, no tanto.
2 comentarios:
Yo respondería igual.
Hermoso...
No tanto. En mi cabeza también se coló una persona mientras leía tu pregunta. Y sí, también una calle en concreto de Buenos Aires.
Precioso :)
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